El pan árabe o pan pita se usa en las cocinas mediterráneas con frecuencia, en países como Turquía, India, Grecia y Armenia. En el continente americano cada vez se ha hecho más conocido y consumido porque es fácil de hacer, ligero y muy bueno para cuando se hacen dietas. Su preparación es simple pero lleno de técnicas para que en el medio de este quede un «bolsillo» donde podremos rellenar con lo que más nos guste.
Ingredientes:
1 y 1/8 de tazas de agua tibia.
3 tazas de harina de trigo para todo propósito.
1 cucharadita de sal.
1 cucharadita de aceite vegetal.
1 y 1/2 cucharadita de azúcar blanca.
1 y 1/2 cucharadita de levadura instantánea.
Preparación:
Lo único que debemos hacer al principio es unir todos los ingredientes hasta que creemos una masa bien homogénea. Si se usa un amasador de pan o un procesador de alimentos mejor, porque será más simple para preparar.
Saca la masa y pon sobre una mesada con un poco de harina. Crea un cilindro delgado con la masa y pica con un cuchillo en unos 8 o 10 trozos. Haz un bollo con cada uno de estos y aplana con un rodillo hasta que estén bien delgados y grandes.
Pon cada pan árabe en un lugar caliente con un poco de harina en la parte de abajo para evitar que se peguen. Deja reposar unos 30 minutos para que crezcan.
Calienta el horno a 260°C. Pon la rejilla del horno en la mitad y mete algunas rodajas de pan directamente ahí, sin bandeja. Deja cocinar unos 5 minutos hasta que estén inflados. Saca y deja enfriar. Sabrás que están listos porque volverán a estar planos y tendrán un bolsillo en el medio.
Puedes comerlos calientes o fríos, como te gusten.
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