El pan frito no es más que un buen truco de cocina para reciclar pan y de esta forma quede crujiente y sabroso, como cuando recién se había comprado. La idea es agregar sabores adicionales para mejorarlo, así sean salados o dulces, y que dependerá totalmente de los gustos del comensal. Les explicaremos dos versiones, una dulce y otra salada, pero la verdad es que pueden agregarle lo que quieran que crean que quede bien.
Pan frito salado
Corta unas rebanadas de pan. Puede ser de cualquiera que te guste, así sea de molde, o un baguette francés. En un sartén agrega aceite de oliva y calienta hasta que esté perfecto para freír. Mete el pan y deja freír hasta que esté muy tostado.
Saca del calor y agrega pimienta, perejil, ajo molido o cualquier otra especie que te guste.
Otra opción es usar mantequilla en vez de aceite de oliva. Será más sabroso pero no apto para aquellos que estén a dieta.
Pan frito dulce
Si lo que quieres es comer algo un poco dulce, cambia las especias por algo más acorde a esto. Por ejemplo, puedes poner a freír el pan en mantequilla y al sacar agrega un poco de azúcar en polvo y canela para lograr una especie de tostada francesa, pero sin el huevo.
Otra opción es poner un poco de miel encima del pan frito para lograr otro sabor también dulce y perfecto para comer de merienda en la tarde.
Si tienes nutella o chocolate untable, usa de esta manera. Seguro te va a encantar.
Foto: http://www.flickr.com/photos/islandvittles/
